El ser humano asume una idea e intenta adaptar a ella todo lo demás, cuestionando a cada instante la realidad, pero no así su idea. Supongamos que la idea es casarnos y hemos caído en una isla desierta, no hay ningún ser humano a nuestro alrededor, así pues, todo nuestro afán será salir de esa maldita isla, no para sobrevivir o para vivir mejor... sino simplemente para casarnos, que para nosotros será lo mismo que sobrevivir.
Esa idea es nuestra misión, o nuestro sentido de la vida, o nuestro sueño, o nuestra desgracia... aquello que marca nuestro "yang", la referencia que nos mantiene en un estado de dualismo, de no-unidad, aquello que nos otorga “personalidad”. El punto en el cual nuestro ego irrumpe en nuestro ser.
Esa idea puede cambiar de nombre pero no de esencia, si la idea es casarnos podemos hablar de cualquier relación con un hombre o una mujer, relación que pensamos que ha de ser para siempre, con o sin sexo, con o sin amor, da igual, lo que cuenta es que sin ese vínculo actual (o que pensamos muy cercano en el tiempo) todo perderá sentido y realidad, nada será “bueno”, yo no seré yo. Nada tendrá sentido sin él o ella.
Esa idea puede ser cualquier cosa... desde el dinero hasta Dios.
Es sólo un asidero, la forma en la que nos basamos para irrumpir en el mundo.
Aunque nos parezcamos tanto algo nos diferencia: nuestra idea y la forma como hacemos que la realidad se amolde a ella.
Contra más exitosos hayamos sido en amoldar la realidad a nuestra idea más fácilmente nuestro ego se instala cómodamente y a veces dictatorialmente en nuestra conciencia. Es cuando se nos ve tan bien adaptados en una ilusión. Cuando estamos seguros de tener razón. Cuando creemos que la “normalidad” debe no irse o volver si algo la ha desviado de su camino.
Cuando nuestra idea ha caído en una realidad poco gobernable el porvenir deviene distinto, se junta una realidad menos “normal” que no se amolda fluidamente a nuestra idea... con una conciencia más libre, ya que el yo no puede instalarse a sus anchas e inhibirla, y ésta lo que hace es lo que está en su naturaleza, tirar hacia el "yin", hacia el mundo sin formas, hacia la unidad, hacia la no-diferenciación, desajustándonos del mundo de nuestra idea y ajustándonos al mundo de nuestro ser. Todo se complica, es difícil tener alguna certeza en un mundo tan complejo sin las reducciones de basarlo todo en una idea. La normalidad es indescifrable puesto que nos damos cuenta que la idea sólo es una ilusión. Todo es menos normal pero más real. Somos más felices pero nos cuesta creerlo, nos cuesta mucho comprender cualquier cosa o tener éxito en la vida normal.
Es en esa rotura del yin que emerge la idea y con ello el yo percibe el mundo, pero es en la rotura de creer que la idea es la realidad donde emerge la expansión de la conciencia y la percepción de la verdadera realidad.
El yin y el yang haciendo su trabajo para que nosotros podamos ser.
Esa idea es nuestra misión, o nuestro sentido de la vida, o nuestro sueño, o nuestra desgracia... aquello que marca nuestro "yang", la referencia que nos mantiene en un estado de dualismo, de no-unidad, aquello que nos otorga “personalidad”. El punto en el cual nuestro ego irrumpe en nuestro ser.
Esa idea puede cambiar de nombre pero no de esencia, si la idea es casarnos podemos hablar de cualquier relación con un hombre o una mujer, relación que pensamos que ha de ser para siempre, con o sin sexo, con o sin amor, da igual, lo que cuenta es que sin ese vínculo actual (o que pensamos muy cercano en el tiempo) todo perderá sentido y realidad, nada será “bueno”, yo no seré yo. Nada tendrá sentido sin él o ella.
Esa idea puede ser cualquier cosa... desde el dinero hasta Dios.
Es sólo un asidero, la forma en la que nos basamos para irrumpir en el mundo.
Aunque nos parezcamos tanto algo nos diferencia: nuestra idea y la forma como hacemos que la realidad se amolde a ella.
Contra más exitosos hayamos sido en amoldar la realidad a nuestra idea más fácilmente nuestro ego se instala cómodamente y a veces dictatorialmente en nuestra conciencia. Es cuando se nos ve tan bien adaptados en una ilusión. Cuando estamos seguros de tener razón. Cuando creemos que la “normalidad” debe no irse o volver si algo la ha desviado de su camino.
Cuando nuestra idea ha caído en una realidad poco gobernable el porvenir deviene distinto, se junta una realidad menos “normal” que no se amolda fluidamente a nuestra idea... con una conciencia más libre, ya que el yo no puede instalarse a sus anchas e inhibirla, y ésta lo que hace es lo que está en su naturaleza, tirar hacia el "yin", hacia el mundo sin formas, hacia la unidad, hacia la no-diferenciación, desajustándonos del mundo de nuestra idea y ajustándonos al mundo de nuestro ser. Todo se complica, es difícil tener alguna certeza en un mundo tan complejo sin las reducciones de basarlo todo en una idea. La normalidad es indescifrable puesto que nos damos cuenta que la idea sólo es una ilusión. Todo es menos normal pero más real. Somos más felices pero nos cuesta creerlo, nos cuesta mucho comprender cualquier cosa o tener éxito en la vida normal.
Es en esa rotura del yin que emerge la idea y con ello el yo percibe el mundo, pero es en la rotura de creer que la idea es la realidad donde emerge la expansión de la conciencia y la percepción de la verdadera realidad.
El yin y el yang haciendo su trabajo para que nosotros podamos ser.
Muy profundo tu post. Lo que cuentas del ser humano-idea fija lo resumiría en un dicho muy común por aquí:
"Mirar el mundo por un boquete"
Creo que todos tenemos un "eje" alrededor del que rotamos, un propósito fundamental que nos hace impulsar nuestras potencias hacia algún lugar más o menos definido.
Es cierto que hay propósitos vitales muy pequeños y también muy grandes. Unos que dan para muy poco y otros que dan para toda una vida, o para muchas...
Los pequeños nos desarrollan muy poco, los grandes nos desarrollan mucho y duran mucho. Quizá los seres humanos se puedan distinguir no por sus potencialidades, sino por su propósito vital.
No es lo mismo querer casarse, como dices, o tener mucho dinero, que ser bueno, más humano, o procurar el bien de nuestros semejantes y de la humanidad.
Las almas grandes se distinguen por el destino que marcan a su alma, así como por el esfuerzo y compromiso que entregan a su destino.
Pero todas las almas tienen su propósito, más pequeño o más grande, y cada una debe vivir su experiencia vital en su momento evolutivo. Todo está bien y marcha según las leyes universales fijadas por la mente universal.
Creo que lo nuestro es hacer lo nuestro, y ayudar a los demás, en lo que podamos, a hacer lo suyo.
Dice Krishna en el Bhagavad Gita a su discípulo Arjuna:
"Así también tú, con la mirada puesta en el bienestar del mundo, cumplirás la acción."
Profundo lo que dices, sí.
Creo que hay que llegar a ese punto en el que lo que deseamos hacer y hagamos sea lo mismo, y siempre desde la honestidad, porque cuando te llenas de la materia que deseas, y es de calidad, puedes repartirla con los demás (con quienes tengan sus propios deseos de recibirla).
Cuando estrangulamos nuestros deseos, en favor de los deseos de otros... enfermamos y hasta morimos.
Besos
¡Cómo me gusta esta frase: "Creo que lo nuestro es hacer lo nuestro, y ayudar a los demás, en lo que podamos, a hacer lo suyo."!
¡ME ENCANTA!
Me ha gustado mucho tu comentario ABRAXAS y te agradezco mucho el tuyo CONCHA.
Creo que navegamos por aguas turbulentas en las que es preciso instrumentos distintos... y descifrar lo correcto es complicado: la "idea" es al mismo tiempo: "Mirar el mundo por un boquete" y "nuestro propósito vital"... por lo de "boquete" es necesario ampliar y deshacernos (en cierto sentido) de ella mediante la meditación o la superación del ego, pero por lo de "propósito vital" cumple una importante labor y tenemos que rendirle todo nuestro esfuerzo personal.
Todo cumple su papel, no excluyamos nada de nosotros mismos y del mundo. Esa es la idea de la "idea" jejeje :D
BESOS!!!
Muy inteligente.
Te recomiendo un libro, una novela: "Elena sabe" de Claudia Piñeiro, Editorial Alfaguara.
Es una novela dura e implacable. La recordé al leerte.
GILDA
He leído de que va en Internet "Elena sabe" y me parece muy interesante el argumento, y me encantaría leerlo sobre todo por tu recomendación, la próxima vez que vaya al centro lo buscaré...
Muchísimas gracias, me encanta que pases por aquí y que me digas lo que me dices...
Un beso :)
Hay que ir poco a poco, quemando objetivos. Es aquéllo de que el fin justifica los medios. Para casarse lo primero que hay que lograr, como dices, es sobrevivir y después salir de la isla. Un beso. Me ha encantado tu reflexión.
Gracias JORDI :)
Te he "visto" en diferentes ocasiones en el blog de jordi,jordicine, pero hasta hoy no había encontrado el momento de visitarte y leerte.La entrada de hoy, La idea, me ha gustado, haces un análisis de algo tan profundo y unido a nuestra propia personalidad, a nuestra manera de ser que pienso en mi propio yin y yang han hecho que hoy, te lea.
Volveré para leer más cosas tuyas, si puedo con más calma.
Gracias Camy, el yin, el yang y nuestro Jordi nos ha unido... ;) te agradezco mucho tu visita.
Vuelve, siempre serás bien recibida.
Besos!!!
"desajustándonos del mundo de nuestra idea y ajustándonos al mundo de nuestro ser."
Mi madre ya me lo decía:-"hijo... la vida es un jaleo"
Tal vez sea ese constante reajuste el sentido de toda vida.
Tal vez el reto del inevitable reconstruir de cada día; la necesidad de reinterpretar incansablemente cada uno de nuestros pasos.
La aventura de reordenar una y otra vez ese calidoscópio permanente que nos muestra el continuo fluir de las ideas.
un beso
Las ideas siempre las tomo como proyecciones, y la verdad es que relaja mucho si veo que no corresponde con (mi) realidad...
Besicos
Catetochil
Tienes toda la razón... y la que más tu madre ;) de adolescente creía que ese constante reordenamiento era señal de que no estaba lo suficientemente cuerda... :D ahora más bien creo que, tal como tú dices, es el verdadero reto... el sentido de toda vida.
Muchos, muchos besos!!!
Belén
Uno se enfrenta mejor al día a día si las proyecciones pierden un poco de eficacia y la vida nos sorprende un poquito...
Me alegro mucho por tu visita. Besos!!!
A veces se nos va la vida buscando el propósito de nuestra vida. Y persiguiendo esa idea pasamos por alto el verdadero Propósito.
Marta:
Mejor frase para resumir el texto imposible... claro que me has dado por pensar que yo ahí soltando el rollo padre y tu en dos frases lo explicas todo... jeje bueno me consuelo al pensar que sin el rollazo mío esa frase se entendería peor...
Un beso enorme :D
Qué profundidad.
Puedo decir que aprendí a vivir en aguas de incertidumbre y casi no me ahogo. Cuando lucho por algo que deseo cuya resolución se retrasa y me perturba en demasía, me detengo a reflexionar sobre ello y a menudo desisto, dejando que fluyan los acontecimientos. Lo que suceda a continuación provocará una nueva idea a desarrollar. Es decir, como bien te comenta Catetochil: “la necesidad de reinterpretar incansablemente cada uno de nuestros pasos. La aventura de reordenar una y otra vez ese calidoscopio permanente que nos muestra el continuo fluir de las ideas”
Gracias por el brindis a la reflexión que nos ofreces.
Un beso.
HELEN
Muchísimas gracias, he pasado por tu blog y me ha encantado. Muchos besos!!!
TERESA
A mí también me ha encantado lo que dice Catetochil, cómo tú dices contra más "abiertos" seamos a la vida tal como es, más podremos saborear lo que sí es... y además esa percepción nos puede llenar nuestra mente de nuevas e ilusionantes ideas... se nos olvida a veces escuchar: escuchar a nuestros pensamientos en vez de "enderezarlos", escuchar la incertidumbre en vez de ponernos en su contra... a veces esa incertidumbre es la responsable de potenciar sensibilidades como la tuya ;)
Besos!!!
Espero que haya sido un feliz día para ti María y para todas las mujeres...
Voy ahora a visitarte. Un beso.
:)
es mi primera visita a tu blog y me resulta muy interesante asi que te sigo un saludo y si quieres intercambiamos banner
Hola Atajar :) gracias por tu visita, ya he puesto tu haiku en la página.
Saludos :D
Ser o no Ser...ESA ES LA CUESTIÓN.
Si "somos" en lugar de "ser lo que pretendemos ser" , estamos trabajando con la sanación, estamos recordando…
Profundisimo post. Gracias...
Beso,
Maria
Tu post me ha hecho y me va a hacer pensar sobre mis ideas e intentar ver las cosas desde más perspectivas. Bueno primero quiero encontrar mi idea núcleo, si se puede llamar así, y ver hasta que punto a condicionado y condiciona m vida.
Hola :D ;) :)
Siento estar tan ausente del blog y de no hacer comentarios en vuestros blogs... es que estoy estresailla de lo ocupada que estoy... pero ya pronto estaré mas libre y me pondré al día.
Muchas gracias por vuestras palabras ACUARIUS y VENUS. Os visitaré muy pronto.
BANDINI ¡qué alegria verte o más bien leerte! guiarse por la idea núcleo es irremediable pero conocerla ya es más complicado... lo cierto es que de alguna manera es simbólico, tiene que ver con nuestra identidad... y ésta es, a la misma vez, nuestro nucleo psíquico sano y también lo que nos ata... como cuando miramos a un punto fijo cuando nos sostenemos con un sólo pie para no caernos... esto nos ayuda al equilibrio pero al mismo tiempo hace difícil la percepción del todo que nos envuel ve (nos limita)... la cosa, pues, trata más bien de usar algún truco que nos deje mirar y encontrar eso que nos envuelve sin dejar de equilbrarnos en ese punto fijo... que es arbitrario (pero necesario).
:D
Pronto os visitaré, que os tengo abandonaillos... perdonad ;)
Toc, toc, toc... estás ahí?
Como quien deja una nota por debajo de la puerta, solo quería que supieras que vine a visitarte.
Un beso.
Estoy de acuerdo, muchas veces creo que las ideas me dominan.
saludos.