Complicidad


Escrito por Carmen

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La complicidad (consciencia) es el elemento nutritivo y sustentador de cualquier hecho o tendencia en cualquier sistema. Admitámoslo, si algo ocurre es porque entre todos formamos la cadena...

La complicidad ha llegado a tal extremo que es imposible hacer una historia personal de «nuestras propias cadenas». Del mismo modo que hemos perdido de vista aquello que enriquecemos con nuestro dinero cuando compramos comida o útiles (ni sabemos, ni queremos saber la realidad y legalidad última de estas empresas), también lo hacemos con todo lo demás (política, dogmas, grupos sociales... ). Simplemente lo damos por bueno en la medida de la buena o mala apariencia del producto final.

Basamos nuestra confianza en que los medios de comunicación presionarán con su crítica a los «malos de la película» (productos perjudiciales, actuaciones denigrantes...) logrando que éstos desaparezcan del estante.

Es decir: nos sumamos sin analizar demasiado el caso, ejerciendo con ello el engorde de esa realidad, para luego esperar que desaparezca, por si sola, si resulta perjudicial.

Pero las cosas no desaparecen, así como así, una vez estén desarrolladas y bien nutridas, simplemente pueden cambiar de apariencia.

La actuación debe ser inversa, antes de invertir en un producto hay que asegurarse de sus bondades y que el dinero y/o esfuerzo que donemos posibilite el desarrollo de buenos productos con derivados no perjudiciales.

Porque una vez nos hayamos complicado la vida, hecho complices del asunto, nos hayamos complementado y completado con aquello, y añadido complejidad al proceso con nuestra presencia... la presencia del producto y sus derivados será real y efectiva en nuestra vida. 

La Economía, la Política y la Casualidad


Escrito por Carmen

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En España se dijo y se dice:

"Salen sólo unos hilillos" = "Hay dos vías de investigación pero los cuerpos de seguridad trabajan con la línea prioritaria de ETA" = "la línea de crédito no tiene condiciones sobre la política económica del Gobierno".

Esta forma de explicar sólo es una señal del calado intelectual del que dice, o hace decir, estas cosas. Yo me encuentro cada día con personas que se enfrentan al mundo de esta forma: se proyectan en lo que es, aunque "lo que es" sea la cosa más inquietante del mundo. A ellos les da igual si el mundo mejora o empeora, si es bueno o malo... mientras no corran peligro sus puestos, con el que ingresan su dinerito cada mes y con el rol que éstos les adjudican. Ellos están y no salen corriendo: son los guardianes del sistema.

El problema reside en que el mundo se ha doblegado a una especie de monocultivo: cuando en un huerto el cultivo es heterogéneo lo bueno de una especie suele ayudar a las otras de forma parecida a como el parasol de alguien que tome al sol a tu lado en la playa puede protegerte a ti y el otro se puede beneficiar de tu atractivo para atraer compañía... cuando todos los guapos los ponemos en una Terraza BIT los feos lo tienen más crudo y además, tanto unos como otros, están mucho más localizables para que alguien pueda aprovecharse de ellos mediante la estrategia y no la casualidad.

Esas estrategias tienen un terreno abonado en nuestro mundo monocultivo.

Se sabe que es mucho mejor ir de paseo o a la discoteca esperando a la casualidad para conocer a alguien que llamar por teléfono a un anuncio de contactos. Se sabe pero casi no nos hemos dado cuenta que hemos dado ese paso y que ahora somos lo segundo.

Ya no hay casualidad, o la gente ha dejado de confiar en ello... y en el mundo del monocultivo no hay mucho donde elegir, si es tomate sólo verás tomate, y más tomate y más tomate...

Sin fisuras


Escrito por Carmen

2 Comentarios


El destino que se comunica con tu alma
y le susurra su posible llegada triunfal, sin fisuras,
al ombligo del mundo.
Le deja que se impregne del único reto real
que te puede llevar al principio y al fin
de ti mismo.
Tú, siendo la fisura cuyo doble es la sin-fisura,
tú, siendo tiempo multiplicado cuyo doble
es el punto sin espacio.
Disfruta todos los dobles, vívelos a la vez
y en el mismo lugar… y el éxtasis nunca se irá,
será permanente y a la vez venidero,
un punto con expansión y en implosión
que se autogenera y cumple su único destino.