Nadine tenía ocho años, tenía padre y madre, iba al colegio, jugaba con sus amigos, comía en el cole y cenaba en casa, dormía en su habitación y tenía un perro.
Preguntas:
¿De quién era Nadine? ¿De sus padres? ¿De la comunidad en que vivía? ¿o de nadie porque los seres humanos no tienen dueño?...
¿De quién era Yago? ¿De Nadine? ¿De los padres de Nadine? ¿De la madre que trajo al mundo a Yago?...
¿De quién era la casa? ¿De quién la habitación? ¿De quién la comida? ¿De quién la cazuelita?...
Reflexión:
O tenemos en cuenta que el verbo TENER es un simple modo de estructurar una serie de relaciones, y por lo tanto sin ningún valor fuera de esa red dinámica… o seguiremos creyendo que es nuestro aquello con lo que entramos en contacto y que vale la pena cualquier tipo de sacrificio (la explotación cruel y desaforada de recursos) para seguir consumiendo cosas NUESTRAS.
TENER?
NO TENEMOS NADA,
BUSCANDO CON LAS MANOS,
Y VERLAS VACÍAS,
HUECAS DE SILENCIOS,
PERO NO TENEMOS NADA,
NI LA VIDA NOS PERTENECE,
ES SOLO DE LA MUERTE,
QUE ESPERA UNA VIDA,
PARA ENTONCES SÍ,
TENERTE,
Y SER SUYO PARA SIEMPRE,
Y MIENTRAS VIVO,
SOLO TENGO,
EL PENSAMIENTO,
LOS SUEÑOS,
LOS DESEOS,
Y COMO SIEMPRE,
LAS HERIDAS DE LA VIDA,
QUE QUEDARAN IMPRESAS,
EN CADA PORCIÓN DE MI CUERPO,
COMO CICATRICES,
PARA QUE NUNCA OLVIDE,
EL SIMPLE RECUERDO,
DE NO TENER NADA,
TAN SOLO,
MIS LETRAS Y MIS PALABRAS,
MIS SILENCIOS,
Y MI PROPIA SOLEDAD,
ENQUISTADA.
POR CIERTO, GRACIAS POR TU VISITA Y POR TU COMENTARIO, LA MUSICA ES “SECRET GARDEN”
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