En tierra de nadie yace un muerto que no renacerá,
único vestigio de una naturaleza viva.
Cada una de las mil eternidades
que el espacio contiene,
decide crear y dar forma
a lo que por principio es amorfo.
Pero juega con todo el tiempo
para constituir y renovar
su inmaculado sueño.
Al vaciar todos los contenidos, algo emerge,
las sustancias volátiles que se engendraron
siguen allí, y su vapor cuida de que lo naciente
tenga las referencias de lo antiguo.
No para volver a empezar, ni para recordar,
pues no recuerda el que no experimentó,
sino para atraer la curiosidad del que siente
y se ponga a investigar... además de su nueva vida
tendrá el sabor de la antigua.
Qué bonito Carmen! Es el eslabón de la vida. Todo esta conectado con lo anterior y lo posterior. Estoy de acuerdo. Por cierto, esta tarde te mando un MEME muy interesante. Atenta. Ja ja ja. Besos.
Te advierto que tiene que gustarme mucho para que lo siga, porque ya voy acumulando muchos, asi que esmérate... Un beso para mi "caso psicoanalítico" favorito.