Estoy en mi pequeño habitáculo
prendida en deslealtad...
y sigo siendo Dios.
Común a todos
y en mi pequeño centro de soledad,
motivada por lo esparcido
y sin poder sostener la emoción pura.
Cautiva y cautivada...
sigo siendo Dios.
Escrito por Carmen
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Pero si estamos en un pequeño habitáculo no podemos saber a ciencia cierta qué hay más allá. Cómo ser Dios, entonces?
Me gustó mucho, Carmen.
:)
Por aquello de la reminiscencia (de Platón... ;-) Un saludo mi querido arcángel :)
Buena ilustración para reflejarte....
A DIOS!
Yo entiendo mejor lo de la condición humana que lo de Dios. Eso de Dios me viene grande.
Un saludo
El poema es muy pequeño... y dice mucho de la condición humana, os lo aseguro (hay que mirarselo sin prejuicios) simplemente quiere decir que no estoy vacía, que no estoy rota.
Gracias por reflejar vuestras impresiones. Un beso grande!!!
Carai, Carmen... muy profundo. Entiendo el mensaje, pero yo nunca me he sentido Dios. ¿Se está bien o es demasiado cansado? Bromas a parte, me ha gustado.
No sé decirte Jordi, yo nunca me he sentido Dios, hay mañanas que ni siquiera me siento ser humano... ;-)
Vuelvo a repetir que el poema es humilde aunque se sirva de la palabra Dios que en nuestro lenguaje puede entenderse como "todopoderoso" pero en otras latitudes se aproxima más a la idea de "unidad"... :)
Dueño de muchos
menos de uno mismo.
Ausente en ellos
excepto en mí.
Vaya versos más raros que me han salido.
Me han gustado los tuyos. Cargados de significado en pocas palabras.
Un beso!
Pues me gustan mucho tus versos Ivan, seguramente porque son como un jeroglífico... tiene poder en los demás, pero no en tí y sólo tú puedes ser su "contenedor"... no sé, debe ser la energía o belleza "particular", puede seducir a los demás pero uno mismo no se la ve y nadie puede imitarla.
Un beso!!! y me alegro un montón que te guste el poema :) :) :)
Si está en uno mismo debe de estar en los demás, y si está en los demás debe estar en uno mismo...
Desde nuestro prisma creerse Dios es de locos peligrosos mientras que un Budista lo repite continuamente en sus mantras. Para todos los que creen, Dios es el poder del que emana todo cuanto acontece, pero unos creen ser acogidos por él y otros creen ser parte de él... ese matiz hace que acercarse demasiado a él para unos (occidentales) sea pretencioso e irrespetuoso y para otros (orientales) sea la meta final (sentirse él).
Un beso neurotransmisores!!! :)