Huberto Hubertus era mi amigo.
(Él me hacía compañía en las largas tardes de mi niñez)
Era el simpático y tierno ser
que una vez encontrada la soledad
surgía...
desapareciendo entonces
cualquier miedo y cualquier tristeza
que había albergado en el camino
hacia su encuentro.
Huberto Hubertus era mi amigo.
Danzaba con sus largas piernas
alrededor de un fuego inexistente.
Me enseñó a ver,
a observar,
a escuchar,
a sentir...
me enseñó aquellas cosas
que dicen que no se aprenden.
(Y me enseñó a desaprender
lo que se aprende)
Huberto Hubertus desapareció un día,
se fundió con las sombras de la tarde,
se deslizó
y pareció ser el viento
y ser el agua que caía.
Mi ángel exclusivo se había ido,
y tuve que dirigir la mirada a los otros
para evitar la soledad.
Me di cuenta que nunca encontraría
a nadie como él...
pero comprendí que en cada esquina
podría encontrar a gente
como yo.
(Él me hacía compañía en las largas tardes de mi niñez)
Era el simpático y tierno ser
que una vez encontrada la soledad
surgía...
desapareciendo entonces
cualquier miedo y cualquier tristeza
que había albergado en el camino
hacia su encuentro.
Huberto Hubertus era mi amigo.
Danzaba con sus largas piernas
alrededor de un fuego inexistente.
Me enseñó a ver,
a observar,
a escuchar,
a sentir...
me enseñó aquellas cosas
que dicen que no se aprenden.
(Y me enseñó a desaprender
lo que se aprende)
Huberto Hubertus desapareció un día,
se fundió con las sombras de la tarde,
se deslizó
y pareció ser el viento
y ser el agua que caía.
Mi ángel exclusivo se había ido,
y tuve que dirigir la mirada a los otros
para evitar la soledad.
Me di cuenta que nunca encontraría
a nadie como él...
pero comprendí que en cada esquina
podría encontrar a gente
como yo.
Bueno, todos tenemos un ángel guardián que nos protege .
Buenaventura Aquileana :)
Hola, Carmen. EncadenaMEME escrito y reenviado a dos bloggers más. Me ha encantado hacerlo. Ya me dirás. Un saludo.
Todos alguna vez hemos tenido un amigo imaginario, pero el tuyo era de lo más original.
Bikos.
Amalia yo creo firmemente en ese ángel que nos protege. Buenaventura para ti.
Jordicine quizás tú has dado con lo que le ocurrió de verdad al vuelo 815... ;-)
Salondesol en realidad no recuerdo haber tenido un amigo imaginario pero en la adolescencia recree literariamente este Huberto Hubertus (que después he ido transfigurando) si lo hice es porque de algún modo él existió en mi infancia ¿no?
Besos a todos :)
Los compañeros infantiles son siempre los más recordados. Yo fui el sexto de los cinco. El que iba detrás de Holmes indagando en sus casos. Más que libros eran mis amigos. Igual que mi colección de comics...
Preciosa poesía. Muy evocadora..
Un saludo!
Hola neurotransmisores :) el adulto tiene imaginación si no ha dejado del todo de ser niño. Saludos.
Ivan no sé bien que te ha evocado el poema con tus alusiones a los libros y comics... sea lo que sea me alegra que te haya recordado tu infancia. Cuando lo puse pensé en ti, pensé que quizá te gustaría, porque hay un relato tuyo sobre amigos imaginarios y por el tono de muchos de tus textos. Saludos.
Hermosa poesía.
Y quién sabe.... tal vez Huberto Hubertus no se haya ido del todo, y ronde alegremente metido en un rostro nuevo, de los que están cerca de ti.
Tienes razón Marta creo que Huberto Hubertus se encarna de vez en cuando en rostros, en palabras, en gestos... cada día asoma un poquito, desde cualquier rincón, y me saluda...
Besos :)
A que mis amigos imaginarios siempre fueron los personajes de los libros y de los cómics. Nunca tuve muchos amigos. Aunque tampoco tuve la necesidad de inventarlos.
Es un gran halago el que me haces, Carmen. Gracias!
Entendido Iván!!! yo también me travestí de mil y un personaje cuando era pequeña. Un beso.